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MACMA ENTREVISTA A SU FUNDADORA

María Cecilia Palacios

Hace 20 años atrás nacía MACMA (Movimiento Ayuda Cáncer de Mama) de la mano de Cecilia, gracias a sus convicciones, a su entrega y a sus ganas de ayudar a otras mujeres.

¿Alguna vez pensaste que ibas a fundar una organización que ayudaría a más de 2000 mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama?

La posibilidad de ayudar a tantas mujeres es maravillosa, era algo inimaginable para mí hace 20 años atrás. MACMA comenzó con grupos de autoayuda, inicialmente nos reuníamos en bares hasta que pudimos alquilar un pequeño mono-ambiente en Belgrano y allí trabajar con grupos de contención que es la ayuda más cercana a las mujeres que tienen cáncer de mama porque les permite intercambiar sus experiencias con pares, lo cual implica hablar el mismo idioma, entender lo que cada una siente frente a los distintos tratamientos.

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Contamos brevemente si fue una decisión fundar MACMA o si la vida te fue llevando a crear esta organización que hoy cumple 2 décadas y es reconocida en la sociedad.

En realidad, todo surgió ante la necesidad de compartir experiencias con mujeres que estuvieran transitando por la misma situación de enfermedad que yo. En ese entonces, hablar de cáncer era tabú, por lo cual nadie hablaba, no se animaban a pronunciar la palabra “cáncer” porque indefectiblemente la asociaban con “muerte”. Es por esto que cuando veo, leo y escucho que en la actualidad muchas entidades públicas y privadas, personas, empresas, hablan abiertamente del cáncer de mama, dan charlas, conferencias, hacen campañas, corren maratones, hacen desfiles, etc., me parece increíble porque es la muestra cabal de un enorme logro, del esfuerzo que implicó comenzar a hablar del cáncer de mama públicamente hace 20 años atrás, cuando las personas no querían escuchar por temor y desinformación. Hoy podemos decir que la sociedad está informada sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama, de hacerse los controles anuales en forma periódica, de realizarse el autoexamen mamario una vez al mes. De todo esto era impensable hablar hace 20 años atrás. MACMA abrió y mostró un camino y eso no es poco decir. La realidad es que me llena de orgullo y alegría haber contribuido a generar conciencia.

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Más allá de lo logros ganados ¿Crees que aún quedan algunas creencias por desmitificar en relación al cáncer de mama? Y si es así como crees que es la mejor manera de hacerle frente.

Desde mi punto de vista creo que la mejor manera de hacerle frente es hablando, explicando, informando. Es fundamental continuar dando charlas abiertas a la Comunidad. El efecto sería mayor si estas fueran acompañadas con campañas publicitarias logrando de esta manera un mayor alcance.

Como a todas las ONG’s el trabajo que se realiza es enorme pero a la vez limitado en cuanto a los recursos humanos y económicos con los que se cuenta, por este motivo sería importante realizar un trabajo mancomunado donde el compromiso de entidades públicas y privadas fuera mayor.

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La Fundación Avon para la Mujer llevó adelante una Encuesta Nacional de Opinión Pública sobre #cancerdemama gestionada por la consultora Voices, se preguntó qué es lo que los argentinos saben sobre la enfermedad, sus factores de riesgo y el concepto de detección temprana. Se observó que el 42% de las mujeres no tiene a la mamografía como un método de detección temprana “por excelencia”. ¿Qué opinás de estos datos extraídos a nivel Nacional?

Que hoy haya un 42% de mujeres que no tienen la mamografía como un método de detección temprana “por excelencia” es un porcentaje relevante. Lo cual implica que hay que continuar concientizando para que ese porcentaje disminuya.

Sin embargo, me retrotraigo a 20 años atrás cuando directamente no se hablaba de la enfermedad y me atrevo a decir que se ha avanzado mucho, porque se ha logrado entonces que el 58% de las mujeres estén informadas acerca de los cuidados que deberán tener en cuenta con respecto a la detección temprana del cáncer de mama.

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Cuando te dieron el diagnóstico: ¿Qué edad tenías? ¿Cómo tomaste esta noticia? ¿Consultaste a otras mujeres que habían pasado por un cáncer de mama? 

Tenía 46 años cuando me dieron el diagnostico de cáncer de mama y mis hijos 15 y 16 años, estaban en plena adolescencia. Fue difícil asimilar lo que escuchaba. Al principio no lo podía creer, luego pasé por diferentes estados de ánimo; incredulidad, miedo, rabia, desazón, tristeza, hasta que comencé a aceptar lo que estaba viviendo y a partir de allí busqué y encontré fuerzas dentro mío para luchar, para presentar batalla a la enfermedad.

Estando en el consultorio del oncólogo, esperando a ser atendida, había también una mujer que había padecido cáncer de mama hacía ya 10 años y estaba muy bien, ese solo hecho de verla y escucharla me dio esperanzas y confianza al mismo tiempo.

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¿Y luego de que recibiste el diagnostico cómo fue el salto a crear MACMA?

Fue por casualidad o mejor dicho por “causalidad”. Estando en plena quimioterapia, llegó a mis manos un artículo en el que comentaban que 20 mujeres norteamericanas, sobrevivientes de cáncer de mama, venían a la Argentina, a Mendoza, a escalar el Aconcagua.

Sentí como que algo hizo un “click” dentro mío, averigüé dónde se alojaban esas mujeres y al día siguiente me fui a Mendoza a conocerlas y a intercambiar experiencias. Eso era justamente lo que yo tanto necesitaba y no encontraba por ningún lado. El encuentro fue tan movilizador que cambió mi vida y mi mirada sobre las cosas. Al volver a Buenos Aires y mientras me hacía los distintos tratamientos (quimioterapia y radioterapia) comencé a convocar a las mujeres que coincidíamos en el lugar y al finalizar nuestros tratamientos nos reuníamos en un bar cerca del lugar a charlar. Allí comenzó a gestarse MACMA en mi cabeza y en mi ser.

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Muy interesante tu historia. ¿Te fuiste sola a Mendoza o acompañada? Las mujeres norteamericanas de las que hablas eran de una organización similar a la que es hoy MACMA o simplemente se reunieron para subir el Aconcagua.

Mi marido se ofreció a acompañarme a Mendoza pero yo sentí que necesitaba ir sola porque lo viví en ese momento como mi lucha personal.

Ellas pertenecían a The Breast Cancer Fund de California, su objetivo estaba centrado en proteger la salud desde un medio ambiente sano, por eso el escalar montañas era una manera de llamar la atención al respecto.

De hecho en el año 2000 me invitaron a escalar junto a su organización el Monte Fuji en Japón. Y obviamente, fui! Éramos 147 mujeres que habíamos padecido cáncer de mama, entre japonesas y norteamericanas. Yo era la única latinoamericana del grupo.

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¿Cómo llegaron a vos los primeros recursos financieros para dar ese gran salto y poder alquilar un espacio propio allí en el barrio porteño de Belgrano?

En realidad, mi marido nos ayudó económicamente desde el principio.

Logramos hacer un torneo de golf a beneficio de MACMA en el Club Municipal de Golf de Palermo y con lo que recaudamos pudimos pagar por adelantado dos años de alquiler del departamento en Belgrano. Era un mono ambiente muy pequeño, allí estuvimos varios años hasta que poco a poco comenzamos a crecer y surgió la necesidad de mudarnos, es entonces cuando alquilamos el departamento dónde actualmente MACMA tiene su sede en Juramento y Vidal, también en el barrio de Belgrano.

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¿Podés decir que la vida da revancha?

Soy una convencida de ello. Los obstáculos que se nos presentan en la vida nos dejan como enseñanza un enorme aprendizaje. En mi caso personal, aprendí muchas cosas y la mejor de todas es que me permitió a lo largo de estos años ayudar a muchas mujeres sin esperar nada a cambio.

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¿La fe te acompaño en tu tratamiento? Me refiero a la fe en sanar, la creencia en superar la enfermedad.

Claro que sí! La fe, las distintas creencias que cada una practique son las que te sostienen, las que te dan fuerzas y esperanzas para salir adelante. Sin ellas sería imposible. Porque una necesita aferrarse a algo más alto, más elevado, superior, que solamente se encuentra buscando en el interior de cada persona y conectándose con lo espiritual.

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¿Qué le dirías a una mujer que le acaban de dar un diagnóstico de cáncer de mama?

Que no se desespere. Si bien en un principio es un momento muy duro, muy difícil, con el tiempo se aprende que un cáncer de mama detectado tempranamente y con un tratamiento adecuado tiene muchísimas posibilidades de curación. Hoy en día los tratamientos son muy efectivos, muy puntuales.

Le aconsejaría que busque ayuda. El compartir con otras mujeres que están viviendo la misma situación la ayudará a no sentirse sola y darse cuenta que en mayor o menor medida cada una de la integrantes del grupo deberán atravesar etapas similares y esto genera alivio.

¡Gracias!

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